lunes, 7 de abril de 2014

DILEMAS DE LA GUERRA CIVIL II. LA PRENSA ACTUAL ANTE LA GUERRA.PRIMERA PARTE.

Dilemas de la guerra civil II. La prensa actual ante la guerra.


*Terror rojo en el Madrid republicano:
Madrid, capital del dolor, 1936... Niños que se desmayan en las colas del pan, un índice de mortalidad infantil doce veces sobre la media europea, muertes de la población civil a los dos o tres meses después de perder cinco kilos al día, ejecuciones extrajudiciales, agencias estatales que actúan como cómplices de las matanzas, gánsteres, Brigadas «Amanecer» y «Al Capone», escuadras de la muerte, paseos, mucho café, delaciones a traición... Afiliarse a un sindicato católico o defender un partido político de derechas constituía una invitación a ser acusado de «fascista». Lo revela el hispanista Julius Ruiz, profesor de Historia de Europa en la Universidad de Edimburgo, en «El terror rojo» (Espasa, 459 páginas), con material inédito, tras diez años de investigación por archivos del Reino Unido y España sobre el periodo republicano, la Guerra Civil y la etapa franquista. Sostiene que «el terror rojo republicano fue un esfuerzo de guerra organizado y pensado para asegurar la victoria republicana, la revolución y crear una nueva sociedad antifascista. Los asesinos mataron para servir la causa de la República».

*Cuando franco expropió la Falange:

La primavera de 1937 se resquebrajó la unidad interna en los dos bandos contendientes en la guerra civil. En abril Franco impone la Unificación de Falange Española con los carlistas, que pasa a denominarse Falange Española Tradicionalista y de las JONS. En la Barcelona republicana, los comunistas aplastan a anarquistas y trotskistas del POUM.En la primera se impone una disciplina castrense bajo la férula del Caudillo, mientras que la zona republicana se resquebraja en facciones. Para muchos historiadores, una de las claves de la victoria franquista. Pero, ¿fue tan armoniosa la unificación de falangistas y tradicionalistas? La versión de Manuel Hedilla, el hombre que había de sustituir a José Antonio, nos habla de una Falange que se opuso a ser disuelta con el carlismo para quedar como coreografía de un Franco erigido en dictador absoluto. Nacía el mito de la Falange Auténtica.
*Paracuellos: Memoria de la matanza:
Paracuellos, noviembre de 1936. La sola mención de esa población madrileña fue durante el franquismo el ejemplo más claro para acusar al bando republicano, y en concreto a los comunistas que formaban parte de la Junta de Defensa de Madrid, de cometer durante la guerra matanzas indiscriminadas, fusilamientos nocturnos masivos sin juicio previo. Se utilizaban términos como «holocausto», «genocidio» y a los asesinados se les llamaba «mártires». No sólo causaba horror en el bando nacional o, después, entre los partidarios del Régimen. El pavor sobre lo que había ocurrido allí, junto al río, al pie del Cerro de San Miguel, alcanzó también a muchos republicanos y, por ejemplo, el presidente del PNV en la capital de España, Jesús de Galíndez, lo consideraba la más grave ignominia de la defensa de Madrid. Y, entre otros testimonios que los historiadores han ido espigando, Melchor Rodríguez, un afiliado a la FAI, dimite a mediados de ese mes de noviembre como director general de Prisiones al enterarse de que, sin su conocimiento, los comunistas habían fusilado a presos. Rodríguez sería quien, en diciembre, nombrado de nuevo con plenos poderes que mantuvo hasta marzo del año siguiente, terminaría con los asesinatos de presos.
El funeral de Rodríguez, al que Ian Gibson, llama «el ángel rojo», fue en 1968 un ejemplo de reconciliación: asistieron viejos republicanos y ex presos, en el féretro estaba el crucifijo de unos y la bandera anarquista de otros, en el aire sonaban las oraciones y el himno de los ácratas. Habían pasado poco más de 30 años. Después de poco menos de 40, una particular visión de lo que se ha dado en llamar «la memoria histórica», sobre todo el empeño por revisar lo que ocurrió en uno de los bandos, el nacional, y durante el franquismo, Paracuellos, cuando se cumplen 70 años de las sacas y los fusilamientos, ha salido del círculo de los historiadores o del dolor particular, aunque en ocasiones fuese rabioso, y aparece en las discusiones públicas: esquelas en los periódicos de los asesinados, ataques en actos públicos a Santiago Carrillo por su implicación en los hechos, etc.
*En sevilla durante la guerra civil:
Paul Preston (Liverpool, 1946) es doctor en Historia por la Universidad de Oxford y catedrático de Historia Contemporánea española. Considerado, junto con Hugh Thomas, el mayor experto mundial en Franco y la Guerra Civil, asegura haberse leído más de mil libros para preparar «El holocausto español», su útima obra.
*Franco el "amigo" de los judios:
«Franco fue muy bueno con los judíos». Esta declaración sorprendería a cualquiera, sobre todo si proviene de un judío. La periodista Yolanda Villaluenga se lo escuchó a un amigo sefardí de París, a cuyo tío le había salvado el Gobierno del dictador. Villaluenga dirige el programa de documentales «Archivos», de Televisión Española, y quedó prendada de una historia difícil de explicar: la España de Franco durante la Segunda Guerra Mundial era la de la lucha contra «el contubernio judeo masónico comunista», pero también el país al que Golda Meir y el presidente del Congreso Mundial Judío, Israel Singer, agradecieron su ayuda durante el Holocausto.

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